Biografía

Historia Personal

Salvador
Zúniga

Su activismo político se profundizó cuando se convirtió en miembro de la Juventud Revolucionaria de Honduras y fundo el Frente de Acción Revolucionaria en la Escuela Normal de Occidente. Después de esta etapa, su vocación docente lo llevó al norte de Yamaranguila, específicamente a la comunidad de Ojo de Agua, donde trabajo en la Escuela José Cecilio del Valle.

La represión política de la época lo forzó a dejar Honduras y unirse a la lucha revolucionaria en El Salvador con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, junto a su compañera de vida, Berta Isabel Cáceres Flores. Una de las tareas mas importantes en el FMLN fue el apoyo en el traslado del comandante Fermán Cienfuegos hacia Managua para el impulso de la gran ofensiva político militar del 11 de noviembre de 1989. Tras los Acuerdos de Paz de 1989, regreso a Honduras en 1992 y fundo la Acción Cultural y Ecológica de Rescate, y en 1993, el Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).

Su lucha en defensa de los derechos indígenas y territoriales incluyó campañas significativas como la defensa de los territorios de Azacualpa, Intibucá y la Cordillera de Montecillos en la parte de Jesús de Otoro, que estaba siendo acaparada por madereros. En 1994 y 1995, lidero grandes peregrinaciones para la reivindicación cultural, y en 1996, participó activamente en la acción simbólica de derribar la estatua de Cristóbal Colón en Tegucigalpa, impulsando la instalación de una estatua de Lempira, esta acción le costo la criminalización hasta ser encarcelado. Salvador Zúniga ha sido un impulsor de la creación de municipios indígenas, como San Francisco de Opalaca y San Marco de Caiquín, siendo defensor del Río Lempa frente al proyecto de represa el tigre que amenazaban con inundar comunidades locales. Su compromiso con la sostenibilidad lo llevó al gobierno de la Unión Europea, con sede en Bruselas, Bélgica, como parte de la Comisión de Pueblos Indígenas para discutir la gestión forestal y la protección de áreas contra la depredación del crimen organizado y el extractivismo.

Además, Salvador Zúniga fue egresado de la Escuela Florestán Fernández en Sao Paulo, Brasil. Salvador Zúniga ha participado en eventos internacionales en varios países, desafiando las políticas privatizadoras de organismos financieros internacionales y ha sido un ferviente defensor del Convenio Número 169 de la Organización Internacional del Trabajo para Pueblos Indígenas y Tribales. Su vida ha estado dedicada a la lucha por la justicia social, la defensa del medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas, siempre buscando construir un futuro más justo y sostenible para todos.

Una de las grandes luchas de Salvador Zúniga fue su activismo contra el golpe de estado, siendo impulsor de grandes movilizaciones para que Honduras retornara al orden democrático. Las organizaciones sociales aglutinadas en el Frente de Resistencia Popular contra el golpe de estado lo seleccionaron para ser parte de la comisión negociadora convocada por premio Novel de la paz Oscar Áreas, en donde se destacó participando en 2 rondas de dialogo y negociaciones boicoteadas por el régimen de facto.

Trayectoria en el movimiento político y social

Su activismo no ha estado exento de riesgos. Ha enfrentado amenazas y persecuciones constantes, pero estas adversidades solo han fortalecido su determinación. Ha trabajado en la organización de comunidades para resistir proyectos extractivos que amenazan nuestro entorno y nuestra forma de vida. Además, ha participado en numerosas protestas y campañas para visibilizar las injusticias que enfrentan los pueblos indígenas en Honduras.

A lo largo de los años, también ha desempeñado un papel importante en la educación y capacitación de jóvenes líderes Lenca. su objetivo ha sido siempre empoderar a las nuevas generaciones para que continúen la lucha por nuestros derechos y la preservación de nuestra cultura. Salvador Zúniga cree firmemente que solo a través de la unidad y la resistencia podemos lograr un cambio significativo y duradero.

Detalles de su involucramiento en causas y movimientos
políticos relevantes en Honduras.

En 1996, fue de los que derribó la estatua de Colón en protesta por el daño que su conquista causó a los pueblos originarios. Este acto fue una manifestación de la resistencia y el dolor que nuestros pueblos han sentido durante siglos. Como resultado de esta acción, fue encarcelado. Sin embargo, la fuerza y la unidad de los pueblos indígenas se hicieron evidentes cuando las comunidades rodearon el comando donde estaba detenido. Gracias a su presión y determinación, fue liberado. Buses llenos de indígenas siguieron su liberación, demostrando el poder de la solidaridad.

Su lucha comenzó con las comunidades campesinas, donde coordinó esfuerzos para abrir espacios de integración para los pueblos indígenas. Logró establecer una dirección dentro de la Secretaría de Educación dedicada exclusivamente a los pueblos indígenas, asegurando que nuestras necesidades y culturas fueran respetadas y promovidas.

También consiguió junto a otros liderazgos de COPINH una dirección en la Secretaría de Salud para mantener viva la medicina natural y tradicional frente a la medicina occidental. Este fue un paso crucial para preservar nuestras prácticas ancestrales y garantizar que nuestras comunidades tuvieran acceso a tratamientos que respetaran nuestras tradiciones.

Además, Salvador contribuyó a crear un espacio en la fiscalía para los pueblos indígenas dentro del Ministerio Público, este espacio es La Fiscalía especial para la Etnias y el Patrimonio Cultural de La Nación. Esto fue vital para asegurar que nuestros derechos fueran defendidos y que tuviéramos una voz en el sistema judicial. Demandó junto a otros liderazgos indígenas, la creación de una secretaría para los pueblos indígenas, y con gran esfuerzo, esta se instaló. Salvador Zúniga impulsa una escuela en Intibucá para fortalecer el diálogo cultural entre distintos sectores de la sociedad. Este espacio ha sido fundamental para promover la comprensión y el respeto mutuo entre diferentes comunidades.

Actualmente, está trabajando en un proyecto para reducir la violencia hacia la mujer Lenca. Este proyecto incluye la creación de un pacto municipal que compromete a las autoridades locales a reducir la violencia contra las mujeres en el municipio de San Francisco, Opalaca, Intibucá. Además, estamos desarrollando una propuesta de política pública que beneficiará a la mujer indígena y buscará eliminar la violencia en todas sus formas.

Lucha Familiar

Junto a su compañera de vida, Berta Cáceres y otros liderazgos de los pueblos originarios, fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). conocimos en el contexto de nuestras luchas compartidas por los derechos de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente. Desde muy joven y en un contexto de lucha de conoció con Bertha Cáceres, con quien formó una familia.
Procrearon cuatro hijos: Olivia Marcela, Bertha Isabel, Laura Yolanda y Salvador Edgardo. Ellos han seguido los pasos de ambos progenitores, continuando la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y la defensa del medio ambiente. Laura se ha destacado en la defensa de los derechos de las mujeres, Olivia Marcela trabaja en luchas políticas y tareas diplomáticas, Salvador es un prominente médico especialista, y Berta Isabel ha asumido el liderazgo del COPINH, demostrando un compromiso inquebrantable con la causa.

La familia de Salvador es una familia símbolo de resistencia y dedicación. Cada uno de ellos, desde sus diferentes trincheras, lucha por un futuro más justo y equitativo para todos los pueblos indígenas de Honduras. La unidad y la fuerza de su familia inspiran a muchos en Honduras y más allá, mostrando que la lucha por la justicia y la dignidad es una misión que trasciende generaciones.

Scroll al inicio